Los triángulos de emergencia son imprescindibles para salvaguardar nuestra propia integridad y la del resto de los vehículos. Descubre cómo colocarlos.
Cada vez es mayor el número de accidentes en las carreteras principalmente por dos motivos: la gran densidad de vehículos que circulan y las numerosas distracciones que existen al volante. Además, ahora que ya estamos inmersos en tiempos fríos y lluviosos es más fácil sufrir cualquier tipo de accidente.
Por estos motivos, en este artículo queremos enseñarte el protocolo de actuación en este tipo de casos. Es decir, qué hacer cuando tienes un accidente o sencillamente el vehículo deja de funcionar.
La mayoría de nosotros sabemos cuál es el primer paso: ponerse el chaleco reflectante. Acto seguido, para resguardar nuestra seguridad lo máximo posible es imprescindible y obligatorio utilizar los triángulos de preseñalización de peligro. Aquí surge el principal problema, que muchos no sabemos cómo colocarlos correctamente.
Cómo actuar si sufres un accidente en la carretera
- En primer lugar, es necesario que pares el vehículo lo más retirado posible de la calzada y enciendas las luces de emergencia.
- Acto seguido, para que el resto de conductores te vean correctamente, tienes que hacer uso de los chalecos reflectantes. Es más, no deberías salir del coche sin ellos.
- Una vez que puedas salir del vehículo, lo primero que tienes que hacer es colocar los triángulos de preseñalización. Debes hacerlo perpendicularmente a la dirección de la calzada. Recuerda que su principal función es alertar de un peligro, si el resto de conductores no pueden visualizarlos con total claridad, no cumplirían con su función.
Dónde colocar los triángulos de emergencia
Aquí es donde cometemos los errores. Hay que tener en cuenta que en las carreteras de 2 o 3 carriles o de doble sentido, debes situar los dos triángulos de emergencia uno delante del vehículo y otro detrás, algo que es bastante obvio.
En cambio, en las calzadas de más de dos carriles en cada sentido es prácticamente inútil colocar dos triángulos. El resto de vehículos no verán el triángulo que sitúes delante del coche. El triángulo trasero debe estar a 50 metros del vehículo, con lo cual será visible a una distancia de unos cien metros, suficiente para reducir la velocidad.
La distancia es el punto en el que más fallamos y el más importante de todos. Imagínate que no colocas el triángulo trasero a 50 metros, sino que lo haces a 20 metros. Lógicamente, si estás en una calzada en la que está permitido ir a más de 100 km/h, a los vehículos que vengan por detrás les será difícil frenar, incluso tendrán riesgo de colisionar entre ellos.
En definitiva, colocar los triángulos de emergencia de un modo adecuado no solo te puede salvar la vida a ti, sino que también mantendrás a salvo la salud del resto de vehículos que circulan por la calzada.
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